Videntes y Tarotistas en Palacios y Villafranca
Palacios y Villafranca y toda la zona de Sevilla son lugares tradicionales donde existen multitud de profesionales que practican el tarot y la videncia.
Entre sus más de 36824 residentes localizamos multitud de maestros en el arte del tarot y grandes excelencias de la videncia.
¿Cuanto vale un tarotista y/o vidente en Palacios y Villafranca?
Los precios de estos profesionales acostumbran a ser muy variados, dependiendo de la experiencia aportada y de los servicios a efectuar. Lo más cómodo es pedir sus tarifas a través de email o por teléfono. Probablemente existan tarotistas que puedan darte tarot online.
Además gran parte de ellos dan consulta para toda la zona de Andalucía.
Gran parte de ellos admiten no exclusivamente lectura de tarot presencial, además admiten tarot telefónico.
La tradición del arte del Tarot y los Arcanos en Sevilla y en concreto en Palacios y Villafranca
Una baraja de Tarot se compone de un total de 78 cartas, divididas en 3 grupos: 22 Misterios Mayores, cuarenta Arcanos Menores,
dividios en 4 series de diez, los llamados palos, y dieciseis honores o bien figuras, compuestas por los Caballeros, Reyes, Pajes y Reinas de los cuatro palos.
Estas tres secciones, aunque distintas, poseen una unidad de contenido puesto que es posible encontrar numerosas relaciones simbólicas entre todas y cada una de las cartas.
Conocer el Tarot es conocer nuestro propio inconsciente, un mundo mágico y maravilloso con el que vamos a poder descubrir los mensajes o bien indicaciones que nuestra propia alma a través del inconsciente nos quiere comunicar.
El Tarot utiliza un lenguaje simbólico, de ahí, la relevancia en conocer todos y cada uno de los detalles de cada carta y el requisito de contar con una baraja que contenga todos los símbolos necesarios para una correcta interpretación.
A través del Tarot podemos realizar la misma tarea que haría un analista de sueños, ya que el proceso es muy afín, en la base de interpretación. La ley de la sincronicidad, asociaciones de ideas, las analogías y correspondencias están contenidas en la arquitectura con la que está creado el juego.
Convertirse en un gran intérprete de Tarot demanda años de estudio y práctica, pero las mismas cartas se transforman con el tiempo en el profesor verdadero, puesto que desarrollan la intuición y nos enseñan sus secretos a través de la misma práctica.
Muchas leyendas se han dicho sobre el origen del Tarot: una de las más conocidas es su pretendido origen egipcio. Idea que surgió a partir de Court de Gebelin, estudioso del Tarot, quien en 1.781 explicó que había tenido un sueño en el que se hallaba en el templo de la esfinge, en Egipto, rodeado de la cartas del Tarot pintadas en las paredes. A partir de ahí brotó la idea que tal sueño correspondía a un templo real y dio lugar a que se idease en el siglo XIX el llamado “tarot egipcio”, invento reciente que no guarda relación alguna con la verdadera tradición iniciática.
El pretendido origen egipcio del Tarot jamás ha podido ser comprobado puesto que ningún indicio arqueológico en Egipto recuerda ni remotamente siquiera la posible existencia de semejante juego.
Otra teoría sugiere que fueron los gitanos sus inventores. Tal afirmación carece de solidez histórica, puesto que es conocido que en siglo XIV existen ya múltiples referencias en Europa al juego de “naips” o cartas. Los gitanos no habían llegado todavía a Europa en dicha data.
Un oráculo puede delimitar múltiples cosas, la primera un templo o bien lugar sagrado en el que los dioses se manifiestan, la segunda la respuesta de los dioses a través de una sacerdotisa o bien de una señal física y en tercer sitio puede tratarse del soporte a través del que se dilucida una duda.