Videntes y Tarotistas en Santa Elena
Santa Elena así como Jaén son sitios clásicos donde hay multitud de profesionales relacionados con el tarot y la videncia.
Entre sus más de 1032 vecinos localizamos multitud de especialistas en la práctica del tarot y grandes eminencias de la videncia.
¿Cuales son las tarifas de un tarotista y/o vidente en Santa Elena?
Los precios de estos profesionales acostumbran a ser muy variados, dependiendo de la experiencia aportada y de los servicios a realizar. Lo más habitual es solicitar sus precios a través de e-mail o bien por teléfono. Puede darse el caso de que existan profesionales que puedan darte tarot online.
No obstante la mayoría de ellos ofrecen servicios para toda la zona de Andalucía.
La mayoría de ellos dan no exclusivamente interpretación de tarot en persona, además admiten tarot de tipo telefónico.
La tradición del arte del Tarot y los Arcanos en Jaén y en concreto en Santa Elena
Una baraja de Tarot se forma de un total de setenta y ocho cartas, divididas en tres grupos: 22 Arcanos Mayores, 40 Misterios Menores,
dividios en 4 series de diez, los llamados palos, y dieciseis honores o bien figuras, compuestas por los Pajes, Reinas, Reyes y Caballeros de los cuatro palos.
Estas 3 secciones, aunque distintas, tienen una unidad de contenido pues es posible hallar muchas relaciones simbólicas entre todas las cartas.
Aprender el Tarot es tomar contacto con nuestro inconsciente, un lugar mágico y misterioso con el que vamos a poder descubrir los mensajes o bien indicaciones que nuestra propia ánima a través del inconsciente nos quiere comunicar.
El Tarot utiliza un lenguaje simbólico, de ahí, la importancia en conocer cada uno de los detalles de cada carta y la necesidad de contar con una baraja que contenga todos y cada uno de los símbolos necesarios para una correcta interpretación.
A través del Tarot podemos efectuar la misma tarea que haría un analista de sueños, puesto que el proceso es muy similar, en la base de interpretación. La ley de la sincronicidad, asociaciones de ideas, las analogías y correspondencias dentro de la estructura con la que está compuesto el juego.
Convertirse en un maestro intérprete de Tarot implica años de estudio y práctica, pero las mismas cartas se convierten con el tiempo en el maestro verdadero, en tanto que desarrollan la intuición y nos enseñan sus secretos por medio de la misma práctica.
Muchas historias se han escuchado sobre el origen del Tarot: una de las más conocidas es su pretendido origen egipcio. Idea que surgió a partir de Court de Gebelin, estudioso del Tarot, quien en 1.781 explicó que había tenido un sueño en el que se hallaba en el templo de la esfinge, en Egipto, rodeado de la cartas del Tarot pintadas en las paredes. Desde ahí brotó la idea que tal sueño correspondía a un templo real y dio sitio a que se inventase en el siglo XIX el llamado “tarot egipcio”, invento reciente que no guarda relación alguna con la auténtica tradición iniciática.
El pretendido origen egipcio del Tarot nunca ha podido ser contrastado pues ningún vestigio arqueológico en Egipto recuerda ni remotamente siquiera la posible existencia de tal juego.
Otra historia sugiere que fueron los gitanos sus creadores. Tal teoría carece de solidez histórica, puesto que es conocido que en siglo XIV existen ya varias referencias en Europa al juego de “naips” o bien cartas. Los gitanos no habían llegado aún a Europa en tal data.
Un oráculo puede acotar varias cosas, la primera un templo o sitio sagrado en el que los dioses se manifiestan, la segunda la respuesta de los dioses a través de una sacerdotisa o bien de una señal física y en tercer lugar puede tratarse del soporte a través del que se dilucida una duda.