Tarotistas y Videntes en Yémeda
Yémeda así como Cuenca son sitios históricos donde existen multitud de profesionales relacionados con el tarot y la videncia.
Entre sus más de 30 residentes hallamos multitud de expertos en el arte del tarot y grandes celebridades de la videncia.
¿Cuales son las tarifas de un tarotista y/o vidente en Yémeda?
Los costos de estos profesionales acostumbran a ser variadísimos, en dependencia de la experiencia aportada y de los servicios a realizar. Lo más cómodo es pedir sus precios a través de email o por teléfono. Probablemente existan profesionales que puedan darte tarot gratis.
Además muchos de ellos ofrecen servicios para toda la zona de Castilla La Mancha.
Muchos de los tarotistas admiten no exclusivamente lectura de tarot en persona, tambien aceptan tarot de tipo telefónico.
La tradición del arte del Tarot y los Arcanos en Cuenca y en concreto en Yémeda
Una baraja de Tarot se compone de un total de setenta y ocho cartas, divididas en 3 grupos: 22 Arcanos Mayores, 40 Arcanos Menores,
distribuidos en 4 series de 10, los llamados palos, y 16 honores o bien figuras, compuestas por los Reyes, Pajes, Reinas y Caballeros de los cuatro palos.
Estas tres secciones, aunque distintas, poseen una unidad de contenido puesto que es posible localizar muchas relaciones simbólicas entre todas y cada una de las cartas.
Conocer el Tarot es tomar contacto con nuestro inconsciente, un planeta mágico y fantástico con el que vamos a poder descubrir los mensajes o indicaciones que nuestra propia ánima a través del inconsciente nos quiere decir.
El Tarot emplea un lenguaje simbólico, de ahí, la relevancia en conocer todos y cada uno de los detalles de cada carta y la necesidad de contar con una baraja que tenga todos y cada uno de los símbolos precisos para una correcta interpretación.
A través del Tarot podemos realizar exactamente la misma tarea que haría un analista de sueños, ya que el proceso es muy similar, en la base de interpretación. La ley de la sincronicidad, las analogías, correspondencias y asociaciones de ideas dentro de la arquitectura con la que está creado el juego.
Lograr ser un buen intérprete de Tarot demanda años de estudio y práctica, pero exactamente las mismas cartas se convierten con el tiempo en el profesor verdadero, en tanto que desarrollan la intuición y nos enseñan sus secretos por medio de la misma práctica.
Muchas fábulas se han escuchado acerca del origen del Tarot: una de las más extendidas es su pretendido origen egipcio. Idea que brotó a partir de Court de Gebelin, estudioso del Tarot, quien en mil setecientos ochenta y uno explicó que había tenido un sueño en el que se encontraba en el templo de la esfinge, en Egipto, rodeado de la cartas del Tarot pintadas en las paredes. Desde ahí brotó la idea que tal sueño correspondía a un templo real y dio sitio a que se idease en el siglo XIX el llamado “tarot egipcio”, invento moderno que no guarda correspondencia alguna con la auténtica tradición iniciática.
El pretendido origen egipcio del Tarot jamás ha podido ser contrastado puesto que ningún vestigio arqueológico en Egipto recuerda ni remotamente siquiera la posible existencia de tal juego.
Una teoría comenta que fueron los gitanos sus fundadores. Tal aseveración carece de rigurosidad histórica, puesto que es conocido que en siglo XIV existen ya múltiples referencias en Europa al juego de “naips” o cartas. Los gitanos no habían llegado todavía a Europa en dicha fecha.
Un oráculo puede acotar múltiples cosas, la primera un templo o sitio sagrado en el que los dioses se manifiestan, la segunda la contestación de los dioses mediante una sacerdotisa o bien de una señal física y en tercer sitio puede tratarse del soporte a través del que se dilucida una duda.