Tarotistas y Videntes en Quemada
Quemada y toda la zona de Burgos son territorios legendarios donde abundan los profesionales que practican el tarot y la videncia.
Entre sus más de 263 habitantes localizamos multitud de maestros en el arte del tarot y grandes eminencias de la videncia.
¿Cuanto cuesta un tarotista y/o vidente en Quemada?
Los costes de estos profesionales acostumbran a ser variadísimos, en dependencia de la experiencia aportada y de los servicios a efectuar. Lo más cómodo es pedir sus precios a través de correo electrónico o bien por teléfono. Tal vez te encuentres tarotistas que pueden ofrecer tarot gratuito.
Además muchos de ellos ofrecen servicios para toda la zona de Castilla León.
Gran parte de ellos dan no sólo servicio de tarot de tipo presencial, además aceptan tarot telefónico.
La tradición del Tarot y los Arcanos en Burgos y en concreto en Quemada
Una baraja de Tarot se forma de un total de 78 cartas, divididas en tres grupos: 22 Misterios Mayores, cuarenta Arcanos Menores,
distribuidos en cuatro series de 10, los conocidos palos, y dieciseis honores o figuras, compuestas por los Reyes, Pajes, Reinas y Caballeros de los 4 palos.
Estas 3 secciones, aunque diferentes, tienen una unidad de contenido puesto que es posible localizar muchas relaciones simbólicas entre todas las cartas.
Entrar en contacto con el Tarot es conocer nuestro inconsciente, un lugar mágico y fantástico con el que podremos descubrir los mensajes o indicaciones que nuestra propia ánima a través del inconsciente nos quiere hacer llegar.
El Tarot se vale de un lenguaje en base a símbolos, de ahí, la importancia en conocer todos los detalles de cada carta y la necesidad de contar con una baraja que tenga todos y cada uno de los símbolos necesarios para una correcta interpretación.
A través del Tarot podemos realizar la misma labor que haría un analista de sueños, en tanto que el proceso es muy similar, en la base de interpretación. La ley de la sincronicidad, asociaciones de ideas, las analogías y correspondencias dentro de la arquitectura con la que está compuesto el juego.
Transformarse en un gran intérprete de Tarot implica años de estudio y práctica, mas las mismas cartas se convierten con el tiempo en el profesor auténtico, puesto que desarrollan la intuición y nos enseñan sus secretos por medio de la misma práctica.
Muchas fábulas se han contado sobre el origen del Tarot: entre las más conocidas es su pretendido origen egipcio. Idea que brotó desde Court de Gebelin, estudioso del Tarot, quien en mil setecientos ochenta y uno explicó que había tenido un sueño en el que se encontraba en el templo de la esfinge, en Egipto, rodeado de la cartas del Tarot pintadas en las paredes. A partir de ahí brotó la idea que tal sueño correspondía a un templo real y dio lugar a que se idease en el siglo XIX el llamado “tarot egipcio”, invento moderno que no guarda relación alguna con la auténtica tradición iniciática.
El pretendido origen egipcio del Tarot nunca ha podido ser comprobado puesto que ningún rastro arqueológico en Egipto recuerda ni vagamente siquiera la posible existencia de tal juego.
Una historia plantea que fueron los gitanos sus inventores. Tal historia carece de rigor histórico, puesto que es sabido que en siglo XIV existen ya varias referencias en Europa al juego de “naips” o cartas. Los gitanos no habían llegado aún a Europa en tal data.
Un oráculo puede delimitar múltiples cosas, la primera un templo o sitio sagrado en el que los dioses se manifiestan, la segunda la contestación de los dioses a través de una sacerdotisa o de una señal física y en tercer lugar puede tratarse del soporte a través del cual se dilucida una duda.